viernes, febrero 16, 2007

Brecha digital. Algunas consideraciones

Los cambios que se han producido en la sociedad desde el esclavismo hasta el capitalismo, han estado dada por las nuevas formas de trabajo y sobre todo por la incidencia del uso de la tecnología con la finalidad de obtener más y más ganancias, de ahí que fuera una necesidad sustituir la carreta de bueyes por un tractor y los que no estuvieron a tono con los nuevos cambios fueron siendo absorbidos por las nuevas formas de producción, sus tecnologías y los modernos enfoques de la economía.

Aunque, ahora en la era postmoderna liderada por las nuevas tecnologías de la información, hablamos de una nueva economía en realidad estamos haciendo frente a nuevos enfoques de la economía teniendo en cuenta los cambios que de paradigma que encierra la nueva era digital, con Internet a la cabeza.

También desde sus inicios el mundo ha estado dividido en dos grupos: esclavos y amos, luego siervos y señores feudales, seguido por pobres y ricos, así por los siglos de los siglos. Pero lo más grave es que la diferencia entre ricos y pobres cada vez es más aguda: la pobreza aumenta mientras la riqueza se concentra cada vez en menos personas y lo mismo sucede con los países. Mientras los países ricos son cada vez más ricos los pobres a su vez son cada vez más pobres y esto es, a lo que se le llama la brecha entre el norte y el sur.

En nuestros tiempos la prensa se a hecho eco de un nuevo termino: la brecha digital. ¿A que se llama brecha digital? Veamos la siguiente definición tomada de Wikipedia.
El término procede del inglés "digital divide", utilizado por la Administración Clinton - en concreto, se cita a Simon Moores como acuñador del término - para hacer referencia a la fractura que podía producirse en los Estados Unidos entre "conectados" y "no conectados" si no se superaban mediante inversiones públicas en infraestructuras y ayudas a la educación, las serias diferencias entre territorios, razas y etnias, clases y géneros. De ahí que algunos autores prefieran, en español, el término "fractura digital" o "estratificación digital", por ser mucho más expresivos sobre lo que realmente significa. La traducción a otras lenguas latinas, como el francés, también ha optado por el término de "fractura". No obstante, la mayoría de los autores hispanos se decanta por el de "brecha", más suave y políticamente correcto.

Otra definición más moderna.

La brecha digital se define como la separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países...) que utilizan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las tengan no saben como utilizarlas.

Noten el subrayado, donde se señala que el problema no esta solo en el acceso a las TIC, lo cual de por si, es desconsolador sino también en el uso que se les pueda dar para que puedan impactar de forma positiva en las economías y en el progreso social, como alguien por ahí dijo: el uso subdesarrollado de tecnologías desarrolladas.

Esto nos lleva a tres grandes procesos:
1) La infraestructura: Crear la infraestructura necesaria de telecomunicaciones y redes (computadoras, acceso a Internet, líneas telefónicas, etc).
2) La accesibilidad: contar con el acceso a los servicios que ofrece la tecnología (que existan los servicios de suministros, mantenimientos, de navegación, etc.)
3) Las habilidades: desarrollar las habilidades y conocimientos para hacer un uso adecuado de la tecnología (capacitación, adiestramientos, documentación, foros, eventos, etc.)


La necesidad urgente de cambios

Diversos estudios han demostrado que el aumento de la brecha digital está muy relacionada con el nivel socioeconómico de un país y de éste depende el nivel y calidad de servicios públicos, la infraestructura en telecomunicaciones y de otros factores.

Aquellos países que cuentan con buena infraestructura de telecomunicaciones donde existe competencia, los costos de los servicios (telefonía fija, telefonía celular, acceso a Internet) serán más accesibles, en variedad y costo, para los usuarios.

En contraste con los países de bajo nivel socioeconómico, la infraestructura de telecomunicaciones es deficiente o nula, por lo tanto, los costos de los servicios es elevada e inaccesible. La falta competencia trae consigo monopolios y provoca como resultado servicios de baja calidad. Todo lo cual, separa más a los países ricos de los pobres. A lo que se une la falta de recursos y de formación, la insuficiencia de la infraestructura básica y el analfabetismo y las barreras del idioma.

Además, evidentemente hay inquietudes respecto de la confidencialidad y el contenido del material. Muchos de estos problemas se superarán con soluciones técnicas futuras, como el acceso inalámbrico y programas de traducción sencillos y automáticos que nos permitan comunicarnos y participar en el comercio electrónico sin barreras lingüísticas.

Como encarar los retos.

Una opción viable puede ser la creación de telecentros (esto merece un articulo a parte) lo cual permite el acceso a Internet en lugares remotos de forma asequible, en muchos casos de forma gratuita.

También se hace necesaria una mayor participación de los gobiernos en los programas de desarrollo y un compromiso de las universidades con la post-educación, no sólo graduar profesionales sino seguir calificándolos una vez que ejerzan sus profesiones.

El software libre puede jugar un papel importante en la asimilación de las TIC, ya que permite acceder a los programas fuentes y con ello a la adecuación a las características de cada país.

Por último resaltar el hecho que el problema va mas allá de adquirir las nuevas tecnologías, sino en ser capaz de asimilarla y reproducirla de forma dinámica, que permita la inserción en una economía mundial cada vez mas orientada al conocimiento y a los servicios.